Lanzarote tiene algo diferente que va más allá de lo que se pueda encontrar en cualquier destino de sol y playa. Una isla en la que la naturaleza y el arte van de la mano, donde sus gentes sienten y viven el compromiso y orgullo de pertenecer a ella, y la comida sabe a mar y a campo, una isla cuya esencia deja huella.
Las playas de Lanzarote constituyen una invitación para disfrutar del mar que
baña sus orillas...
La herencia guanche, encontramos en la isla influencia gastronómica española y sudamericana..